El fITM de la Bisbal d'Empordà, fiel a su esencia, presenta un cartel con un amplio abanico estilístico

Ska, sonidos caribeños, rumba, folk, cumbia, pop, indie y hip-hop sonarán en el 11º fITM, de la Bisbal de Empordà acrónimo que responde al Festival Internacional del Terracotta Museu (y que anteriormente también fue válido en los Jardines de Torre Maria y en el Teatro Mundial). Fiel a su esencia, un año más ofrecerá una docena de propuestas repartidas en los cuatro miércoles de julio, cuatro noches que cobijan un amplio abanico estilístico. Y es que, tal y como se demuestra en cada una de sus ediciones, en el fITM caben todos los géneros, siempre desde el prisma de dar voz a propuestas emergentes o que rehuyen los circuitos mainstream, configurando un programa de lo más ecléctico.

Cada noche tendrá un foco musical diferente, que se iniciará con ska y sonidos caribeños, con los estadounidenses The Toasters, Les Testarudes y el colectivo de pinchadiscos ampurdanés Espardenya Crew. La segunda noche dejará paso a los sonidos de raíz, con los acordeones de Carles Belda & Joan Garriga y también las atmósferas pirenaicas de Arnau Obiols, rematando la noche el DJ bisbalense Diego Armando. La tercera velada reunirá la voz de Alba Morena y la propuesta de indie-pop Filipin Yess, con los Bankrobber Gang DJs cerrando la noche. Finalmente, el último miércoles, desenfreno crítico con Joan Colomo y la Radiofórmula y hip-hop de Extraño Weys, terminando con PD Pubilla Hilton.

El acto de presentación del cartel de esta edición ha contado con la presencia del alcalde de La Bisbal, Enric Marquès; el concejal de Cultura y del Terracotta Museu, Carles Puig; Marçal Lladó, del sello Bankrobber; y el miembro de la organización del fITM, Badreix Tarragó. El concejal Carles Puig ha celebrado el carácter ecléctico y alternativo de la propuesta: «Es un festival necesario en un marco de verano ampurdanés reunido de propuestas similares y masificadas que sólo hacen que apostar por los mismos nombres». Por otra parte, el alcalde Enric Marquès ha puesto en valor el hecho de hacer un «festival potente, que sale de los cánones clásicos en un marco como los exteriores del Terracotta Museu, que también tiene un rasgo diferencial y nos pone en el mapa como en ciudad».

"En el FITM siempre hemos apostado por el talento emergente, dando la primera oportunidad a artistas debutantes que entonces han logrado forjar una carrera sólida", ha explicado Marçal Lladó de Bankrobber. "Esto se ha notado especialmente en la apuesta por el talento local joven, que siempre ha encontrado su sitio en la programación del festival", ha añadido. "En cuanto al riesgo, estamos muy celosos de la transversalidad de nuestra programación, donde -pese al predominio del pop y las canciones- caben desde propuestas punk hasta el ska, el reggae o incluso la cumbia", ha explicado Badreix Tarragó. «Con una selección de artistas que rehuye los tópicos habituales de cada género para descubrir siempre nuevas propuestas sorprendentes, propuestas que se ofrecen a un público transversal tanto en edad y segmentación social, pero siempre ávido de nuevos descubrimientos musicales», ha concluido.

El Festival Internacional del Terracotta Museu (fITM) se ha convertido en una cita imprescindible del verano en la Bisbal, y atrae a público de todo el Empordà y las Comarcas Gerundenses. Consolidado en los exteriores del Terracotta Museu, reafirma la apuesta por programar a los miércoles haciendo una apelación directa a la gente del territorio y huyendo de los fines de semana llenos de propuestas. Las variedades estilísticas invitarán a ser conciertos bailables en los que el público podrá decidir si quiere permanecer sentado en sus sillas, o bien bailando a pie de escenario.

Un año más el festival tendrá servicio de bar y cenas al aire libre. Las entradas ya se pueden adquirir a través de la web del festival (fitm.cat), con la opción de un abono que premia a los espectadores fieles. Además, este abono se puede adquirir por sólo 25 euros si se compra antes o durante la Diada de Sant Jordi.