Maria Bofill. In memoriam

29.03.2021

Maria Bofill i Francí
Ceramista
(1937 - 2021)

Cuando juzgamos un creador a menudo olvidamos que aquello que nos aporta no solo son sus realizaciones materiales, su obra artística, sino también su impronta, su maestría. Este es, justamente, el caso de la María Bofill, sin duda, una figura trascendente en la historia de la cerámica catalana contemporánea (como creadora pero también –y muy importante- como pedagoga); una de las grandes de la cerámica del país e internacional que hoy, desafortunadamente, nos ha dejado.

En medio del luto por su pérdida, desde el Terracotta Museo queremos expresar y compartir los sentimientos y las emociones que, en estos momentos de la despedida – siempre difíciles y delicados – nos revela su ausencia. También reconocer su persona y figura, como la grande artista-ceramista que fue, como figura de prestigio y de larga y prolífica trayectoria profesional y como creadora, con infinidad de exposiciones celebradas por todas partes y con obra suya conservada a las instituciones museísticas más prestigiosas.

Una artista de gran empujón, de fuerte y compleja personalidad y espíritu independiente, que se libró siempre (en cuerpo y alma), a una aventura creativa surgida de la materia, del dominio absoluto de los materiales, y de un conocimiento técnico fruto de años de trabajo incansable. Su expresión artística era la suma de muchas experiencias vividas, con cada nueva pieza, Maria Bofill proclamaba su amor por la cerámica; su arte siempre tendrá el poder extraordinario de ayudarnos a potenciar nuestra imaginación, a hacernos apreciar la belleza intrínseca de la materia cerámica y a transmitirnos su esencia: obras que recreaban su universo personal y donde dejaba volar su imaginación jugando con los colores de aquel mar Mediterráneo que tanto amaba.

Mostraba, además, una enorme calidad humana presidida por un carácter apacible, siempre a punto para ayudar y animar las nuevas generaciones de ceramistas. Para mucho miembros de la profesión no fue solo una maestra, consejera o colega: Maria Bofill fue una amiga entrañable donde vemos el reflejo de un amor por la profesión que se encontraba en la raíz más profunda de su dedicación.

Para el Terracotta, haber podido exponer y disfrutar de su obra –del 1 de marzo hasta el 26 de julio de 2020-, fue todo un lujo. A través de esta muestra el Museo pudo expresarle el reconocimiento que se le debía, como artista, como pedagoga, y como persona, enfatizando y destacando a través de su obra dos aspectos por encima de los otros: la actitud constantemente ética que desprende su trayectoria, una ceramista de pies a cabeza que supo materializar con su trabajo, y siempre de manera callada y modesta, buena parte de las actuaciones que han permitido el merecido reconocimiento que la cerámica catalana tiene actualmente en ámbito internacional; de la otra, su voluntad de maestría. Porque maestra no es estrictamente quien enseña, sino aquella quien induce el entusiasmo para aprender. Quién aprende siempre, quien comunica con el ejemplo y quien señala –pero no impone- el camino que piensa que conduce allá donde cree que hay que llegar.

Casi todas las personas dejan recuerdos. Hay que, además, merecen ser recordadas. Maria Bofill, amiga, descansa en paz.

Terracotta Museu

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