La sala de exposiciones temporales acoje la 'Ruta migratòria' de Balmaseda

16.11.2018

El Terracotta Museu expondrá por primera vez la instalación Ruta migratòria. Una singularitat paisatgística, una obra del artista de origen cubano con residencia en Andorra, Javier Balmaseda (Cuba, 1971).

Balmaseda es un artista polifacético que también utiliza el dibujo, la pintura y la escultura como formas de expresión artística. A los doce años entró en el mundo del arte a través de la Escuela Elemental de Artes Plásticas de Cienfuegos, su ciudad natal, posteriormente, en 1990, se graduó en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de La Habana. Desde entonces su obra se ha podido ver en exposiciones colectivas de todo el mundo, y en exposiciones individuales en La Habana (Cuba), Denver (USA), Limousin (Francia), Busan (Corea del Sur), Paris (Francia) o Shanghai (China), entre otros lugares. En 2013 fue uno de los tres artistas escogidos para exponer en el Pabellón de Andorra de la Bienal de Venecia con la obra Fixats en la contemporaneïtat. También participó como comisario de la edición de 2017, donde se presentó la celebrada "Murmullos" de la ceramista Eve Ariza.

En la Sala de exposiciones temporales del Terracotta Museu encontraremos una obra que goza de algunos de los elementos más característicos de sus instalaciones: la espectacularidad, se trata de una instalación de grandes dimensiones (con aproximadamente 10 metros de largo y 4 de ancho); y la universalidad: al igual que en la instalación que presentó en la Bienal de Venecia de 2013, el concepto parte de su isla natal pero da una mirada universal y crítica a la sociedad contemporánea.

La instalación de Javier Balmaseda reproduce un fragmento de carretera de proporciones reales -a escala 1:1- con la singularidad de que el asfalto está formado por miles de cangrejos negros amontonados los unos sobre los otros. Las piezas han sido realizadas por el artista en la Bisbal con el asesoramiento técnico de profesionales locales, concretamente de los ceramistas del Estudi Ceràmic [ba_Ro] de Vulpellac. Cada animal se ha modelado uno por uno de una forma completamente artesanal, este hecho da como resultado una multitud de piezas únicas que, una vez forman la carretera, pasan de individuos a una gran masa uniforme. Encima traza las líneas propias de cualquier carretera.

El cangrejo caribeño vive en bosques del Caribe pero cada primavera emigra hacia el mar con el objetivo de reproducirse. Se trata de una imagen espectacular, ya que estos animales emigran por millones hasta la playa: las carreteras de la costa cubana quedan cubiertas de una espesa y confusa capa de bichos negros. Esta es la imagen que el artista veía en primera persona en Cuba y que en esta instalación utiliza como una metáfora de los actuales éxodos migratorios. No debemos olvidar que Javier Balmaseda también emigró de su tierra natal. Cada uno de estos cangrejos no es más que una de estas personas, cada una con una historia propia, pero todas ellos movidas con el mismo anhelo que el crack caribeño: sobrevivir.

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